Toca volver al blog y qué alegría. Llevo tanto tiempo sin posicionarme delante de este lienzo en blanco que os confieso que la sensación es extraña. Me planteé dejarlo ,bien acomodado en el baúl de los recuerdos , y poner un punto y a parte a esta historia pero lo cierto es que me pareció tan injusto como erróneo.

Dejar así algo en lo que llevo trabajando tantos años y que he intentado cuidar con mimo simplemente porque tal vez no fuese el momento. Qué excusa abrazaba y qué irónico no encontrar tiempo para algo que te llena.

La moda y la escritura son dos cosas que me hacen inmensamente feliz desde siempre – si pudiéramos contar «siempre» como punto de partida – y es por eso , que tras esta dilatada pero necesaria ausencia, he decidido volver con muchas ganas e ideas nuevas.

Espero que sigáis acompañándome en la travesía y que las despedidas siempre vengan con un «hasta pronto» de la mano.

Creo que el look de hoy es cien por cien fiel a mi misma y trae consigo un conjunto de elementos que podríamos tildar, sin reparo , de básicos de armario.

Empezamos hablando de los colores. Los imponentes negro y gris se unen para formar una dupla perfecta sin «peros» posibles.

Comparten sencillez , elegancia, versatilidad, coherencia, atemporalidad y una profundidad indiscutibles que convierten a las prendas en perfectas posibilidades para cualquier look.

Además, son colores que no entienden de estacionalidad y encuentran un merecido hueco en cualquier etapa del año.

Si analizamos prenda a prenda y de arriba hacia abajo, nos encontramos en primer lugar con una chaqueta de sastre gris carbón a rayas con cuello de solapas. Ha sido una de mis últimas incorporaciones al armario y desde que la tengo, no he dejado de recurrir a ella.

Es muy ligera pero sin sacrificar para ello la resistencia al frio . La caída , el corte que tiene y las líneas verticales, conseguirán dar un punto extra a ese efecto visual de alargar nuestro cuerpo que a veces tanto buscamos .

Para debajo , un cuello vuelto de color negro. Se trata de una prenda que reúne todo lo necesario para ser un must : sencillez, neutralidad , color liso y atemporalidad.

Aparece por primera vez en el año 1890 como un elemento propio de la ropa de deporte pues fue usado originariamente en los deportes al aire libre y no tardó en hacerse popular y extenderse a todos los ámbitos. Además, su lado unisex fue rápidamente explotado y no es para menos pues sienta estupendamente bien con independencia de quién lo porte.

Tras esto, pasamos así a la falda de tablas que es una de las tendencias del momento. Su estilo preppy ha conquistado tanto el streetstyle como las pasarelas y están arrasando a su paso. Las podemos encontrar en multitud de tejidos y estampados, consiguiendo adaptarse así a cualquier estilo.

Son perfectas para darles todo el protagonismo con una prenda entallada en la parte superior o para aprovechar ese volante que nos deja ver con un jersey muy amplio por encima.

El pequeño volumen que genera su diseño, acompañará nuestros movimientos a la perfección y supondrá un elemento favorecedor.

Por último, las botas. Un capricho de cumpleaños que no podría gustarme más y al que le estoy sacando un buen provecho.

Su suela track, el diseño alargado pero sin resultar excesivo , su doble cierre y también el acompañamiento de los cordones, dotan a este modelo de una diferenciación que rápidamente llama la atención.

Son de DKNY y estoy segura de que su atemporalidad y la duración en el tiempo gracias a sus materiales, harán que el considerarlas una buena compra quede confirmada.

Me gusta especialmente esa estética más brusca que se ve frenada por los detalles tan cuidados en la zona frontal y del cierre. Una combinación de dos extremos que perfectamente pueden ir unidos para conseguir un buen resultado.

En definitiva, creo que se trata de un look muy actual compuesto por prendas versátiles a las que volveremos infinitas veces . Un look que consigue favorecer toda nuestra silueta y que habla de moda sin grandes añadidos. Un look donde los básicos de armario se hacen eco y donde brilla la atemporalidad.

Un buen comienzo tras la pausa.