Si hay una prenda que atraviesa generaciones, estaciones y estilos, es la gabardina. Elegante, funcional y versátil, esta pieza icónica ha conquistado tanto las pasarelas como el street style. Tanto en el modelo largo clásico como en el de corte medio , como la que os enseño, es una pieza fundamental en cualquier armario y el perfecto aliado del entretiempo.

Nacida como prenda militar, la gabardina se popularizó en los años 50 gracias al cine. ¿Quién no recuerda a Audrey Hepburn en Breakfast at Tiffany’s o a Humphrey Bogart en Casablanca? Desde entonces, ha sido sinónimo de sofisticación.

Llévala sobre un look formal para un toque chic, o combínala con jeans y zapatillas para un estilo más relajado. Beige, negro, verde oliva… elige el color que mejor refleje tu personalidad porque las posibilidades son ilimitadas.

Y digo que es perfecta para el entretiempo porque su diseño estructurado y sus materiales impermeables la hacen perfecta para cualquier imprevisto frente a la lluvia .


Por otro lado y siguiendo con la estética minimalista , ya sabéis que el color negro siempre es un acierto y se ha convertido en todo un pilar dentro de la moda como base cromática imperante que es sinónimo de atemporalidad y de versatilidad. Un todo por el todo .

Desde Coco Chanel y su famoso «little black dress» hasta los desfiles más vanguardistas, el negro ha sido el gran protagonista de los armarios con más estilo pues tieene la capacidad única de elevar cualquier outfit.

Combina con todo, va del día a la noche sin esfuerzo, y funciona en cualquier estación. Además, estiliza la figura y transmite seguridad. Es la esencia del estilo discreto, del lujo silencioso, del «menos es más».
Porque por más tendencias que vengan y vayan, el negro siempre se queda. ¿La razón? Nunca deja de ser relevante.

Y por último, otro detalle a destacar del look es el juego de texturas pues vemos prendas de diferentes tejidos que conviven a la perfección en un mismo outfit. Algo que particularmente me gusta mucho y que veréis en muchos de mis looks. Al final, la moda nos da la posibilidad de jugar .
En definitiva, creo que se trata de un look cómodo, actual con elementos versátiles y atemporales perfectos para este tiempo indeciso.

. Sacó a bailar al tiempo y éste con gusto, aceptó la invitación. Obligaron a la incertidumbre a sentarse y casi sin querer, la partida quedó en jaque .
Plantar cara al miedo siempre ha salido caro , pero de no hacerlo siempre andaríamos de puntillas y sobrevivir nunca fue lo suyo. Prefería vivir con todas las letras y disfrutar de aquel vals una noche cualquiera de abril por si el despertador sonaba ya – ohyepblog