La Fashion Week siempre será uno de los eventos imprescindibles para cualquier amante de la moda . Pues ésta queda representada en su máxima expresión y conquista a través de las telas , la creatividad y el trabajo duro de l@s diseñadores a todos los espectadores que lo viven con tanta ilusión como cualquier edición anterior.

Hoy, os enseño el look que lleve al desfile de MALNE. Agradecer también la invitación porque , un año más, puedo seguir cumpliendo el sueño de vivirlo .

Tenía claro que me decantaría por el negro y el blanco porque sabía que tendrían una presencia importante en el desfile y es para mí una forma de hacerle un guiño a todo lo que voy a ver.

El protagonista de mi outfit fue un chaleco blanco estructurado, con botones dorados, que aporta esa sofisticación atemporal que nunca falla. Lo combiné con unos pantalones negros rectos, una pieza versátil que estiliza la silueta y aporta elegancia en cualquier contexto.


Para dar dinamismo y un guiño más fashionista, añadí un pañuelo de seda negro con estampado discreto alrededor del cuello, un detalle que inmediatamente eleva el look.

Los accesorios jugaron un papel clave:
- Un bolso cruzado de Valentino que aporta practicidad sin perder estilo.
- Zapatos negros adornados con aplicaciones , que añaden carácter y convierten cada paso en una declaración de estilo.
- Joyas discretas pero efectivas, como un reloj metálico y una pulsera dorada, que refuerzan la armonía del conjunto.
- Las gafas de sol siguiendo la línea cromática y sumando puntos a ese estética general que buscamos donde la elegancia y la feminidad se unen para hacer un outfit que creo que está a la altura de la circunstancia.

En cuanto al maquillaje, aposté por un acabado sofisticado, con un labial en tono profundo que contrasta con la luminosidad del chaleco, creando un balance perfecto entre fuerza y elegancia.

Este look es el ejemplo de cómo una paleta de blanco y negro puede ser un todo sin necesidad de añadidos que permite jugar con las siluetas, las texturas y los detalles. Demostrando una vez más la versatilidad de dos tonos que son fondos de armarios infalibles.

Entre diseños e ilusiones, se encontró. Afortunada se sentía pues aquel cuento se hacía realidad y le abría las puertas a entender que toda posibilidad puede convertirse en sí y que todo sueño puede aterrizar en tierra y reafirmarte que los «quizás» son siempre frentes abiertos a los que debemos abrazar sin miedo – ohyepblog
