Encontré esta falda en Génova este verano y fue amor a primera vista . Es el tipo de prenda sobre la que no tienes dudas al verla , posiblemente no sepas cuándo te la pondrás pero no importa porque tu cabeza ya te ha hecho el favor de imaginar un montón de buenas ( tal vez no tan posibles ) situaciones en las que será la protagonista indiscutible.

Y sin darte cuenta ya estás pasando la tarjeta bancaria y saliendo felizmente con tu bolsa para meses más tarde llevarla en la Fashion Week de Madrid . Yo diría que el plan no tuvo fallos y que la compra fue perfecta .

Pues bien , llegados a este punto ya solo queda buscarle compañía a una falda con un patrón y diseño increíblemente bonito con una inspiración digna de cuento y un efecto bailarina de lo más bonito .

Así pues y para la parte de arriba , un jersey entallado con brillo de color negro . Una prenda sencilla pero que da ese extra festivo que nos pide la ocasión . Además, encaja perfectamente con los zapatos que también juegan con la combinación del negro neutro y del brillo aportado por el plata.

Hablando de lugares donde he ido encontrando prendas y accesorios fuera de mi ciudad de residencia, los salones fueron un descubrimiento de una pequeña tienda con mucho encanto de Barcelona. Qué bonito recordar momentos a través también de cosas así. Esos zapatos siempre serán un símbolo directo de la celebración de uno de mis cumpleaños en una ciudad a la que tengo un cariño particular.

Volviendo a los detalles de la falda, tengo que destacar aquí las tablas que generan un vuelo a la prenda que dota de volumen la parte inferior del look . El color , favoreciendo la estética candy , resulta tan femenino como versátil y nos permite recurrir a ella durante todo el año pues sus características no entienden de estacionalidad y el grueso del tejido también permite que la llevamos en épocas de frío a la par que le da cierta enbergadura.

Por último y como complemento, las clásicas gafas Prada que tan atemporales son y que tan presentes han estado tanto en el street style como en la prensa . Una inversión que no entiende de tiempos y que es una reafirmación más de que hay diseños que pueden ser eternos.

Y así, lució su falda rosa . El cuento se hizo realidad, la princesa se puso sus tacones con luz de luna en la puntera y abrazo la ilusión que rodeaba la escena. No había fallos, no había dudas, tan sólo tiempo para ella, disfrute de una pasión , ganas de más y un sueño cumplido bajo la manga.

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